domingo, 6 de enero de 2019

La castidad

Puede que la castidad forzada sea una de las fantasías más recurrentes para los sumisos. Cualquier sumiso, y cualquier Ama que haya experimentado esta práctica, conoce cuales son los efectos de la castidad en un sumiso. Tras un período de castidad, el sumiso se vuelve más dócil, más complaciente, más dispuesto a aceptar el castigo y de someterse a sesiones más duras, pero sobre todo, y ahí está lo mejor de todo, el sumiso es más feliz.

Yo en realidad, más que de castidad forzada, prefiero hablar de ceder completamente el control de mi sexualidad a mi Ama. No se trata ya de estar largos periodos sin tener un orgasmo, sino también, de tenerlos solo cuando mi Ama quiera y como mi Ama quiera que los tenga. Se trata de ceder el poder, el control de tu persona a tu Ama. Y nada más personal, más íntimo, que cederle tu sexualidad completamente.

Hay una realidad incuestionable. La castidad aumenta el sentimiento de sumisión. Hay algunos sitios webs que tratan sobre esto, y afirman que, en realidad, se trata de producción de hormonas. La estimulación sexual estimula la producción de dopamina (la hormona del placer) y oxitocina (la hormona de la conexión y la unión). Por tanto, la castidad forzada produce una sobredosis de esas hormonas que hacen sentirnos más unidos a nuestra Ama y a experimentar un enorme placer con ello. El orgasmo, por el contrario, estimula la producción de prolactina (la hormona de la saciedad) que a su vez detiene la producción de las dos anteriores. Sus efectos duran de una a dos semanas.

Todos los que practicamos la castidad  sabemos que después de eyacular nos volvemos más díscolos, más desobedientes, e incluso rechazamos el castigo. En mi caso, me convierto, como dice mi Ama, al menos por un tiempo, en un “hombrecito”.

La cesión del control de la sexualidad a tu Ama produce el efecto contrario. Tu placer ya no importa. Está fuera de tu alcance el conseguirlo. No depende de ti, sino de la voluntad de Ama. Ella será quien administre tu placer. Tu sexualidad depende única y exclusivamente de Ella. El condicionamiento de tu conducta es total. Pronto aprenderás a identificar placer con tan solo una cosa: la voluntad de tu Ama. En una segunda etapa, aprendes a disociar placer y orgasmo, y ya solo disfrutarás con ese estado de feliz devoción que va aumentando en ti día a día. Sinceramente, como sumiso, creo que es uno de los lazos más potentes que se pueden establecer entre Ama y sumiso.


No es algo que se consiga rápidamente. Lleva su tiempo. Pero si tu Ama tiene la paciencia de querer entrenarte y modelarte tendrás la mejor de las recompensas. Ya no serás un sumiso. Sino Su sumiso. Puede que dejes de disfrutar de tus orgasmos físicos. Reconozco que cada vez me interesan menos. Pero disfrutarás  de saber que has complacido a tu Ama. Y ese orgasmo emocional, que a veces hará que  te derrumbes llorando y te proporcionará no mariposas en el estómago, sino un zoológico entero, es muchísimo más potente que cualquier cosa que hayas sentido antes. Lo puedo asegurar.






Fuente de informacion: https://senorsumiso.wordpress.com/