martes, 6 de agosto de 2019

El placer de ser humillado

La humillación es una de las parafilias más comunes en las relaciones de sumisión y esclavitud.
El gusto de un hombre por ser humillado por su mujer, puede ser, como casi todo en el mundo bdsm, una cosa puntual o una forma de vida natural.

En mi caso es una de las parafilias que más me satisfacen, mi placer sexual no se vincula a la cúpula, sino a la actitud que asume mi pareja en todo momento. Lo explico: a mí me produce más placer satisfacer a mi Ama que mi propio orgasmo, en realidad, para tener un verdadero orgasmo necesito ser utilizado y humillado por ella.


Es tan simple como que ella me diga: "Baja", "ya" y "hasta mañana". "Baja" es la orden de que quiere placer, yo bajo sin preliminares, ella alcanza el orgasmo como más le gusta, y cuando está satisfecha da la orden de "ya", yo paro, subo, y ella me dice "quiero dormir", que es la forma de humillarme como queriendo decir "lo has hecho bien, búscate la vida que yo ya tengo lo que quería".

Este ejemplo se puede aplicar a cualquier faceta de la vida, no solamente al tema sexual; es lo mismo cuando ella ordena que limpie la casa o que haga cualquier cosa que a ella le interese, porque en realidad mi sumisión no es sólo en el tema sexual, yo necesito servirla las 24 horas  del día para ser feliz y espero que ella sienta lo mismo a la inversa.